Ambulance on the way

  Lavados de pánico   Si fuese carmesí desteñiría sin trampa de color.   Huye color de los días en la vida de otro día.   Y habla bajo tierra la lavadora con lavados de pánico.   Me pregunto cuánto hago resonar yo también el diálogo perdido.   https://www.padillalibros.com/libro/trauma-no-trauma_159081/ p. 49

https://www.librosyletras.com/los-sin-techo/

  La ciudad duerme debajo de una humareda que incluye cenizas y sueños en la misma madriguera   Debajo de un árbol, en un café o entre las ondas de nuestras miradas, el aire se hace eco de tu aliento   Un reloj de arena detenido en favor del tiempo ilimitado está por encima de dos caras perdidas vagamente en lo erótico   Si supiéramos su fenómeno antes, no huiríamos de la vida fugaz ni de los fantasmas que llevamos a la gran sombra de la candela encendida

  Todo se prepara para que mi voz corra de un círculo a otro de los demonios.   La voz se esconde, la voz puede.   El sonómetro del corazón, el mapa de la incertidumbre y la que conoce mejor que yo las aguas interminables de la vida entre capas y suspensión manda ahora que trabajo sin hablar.   La voz elige su camino y a sus interlocutores.   Tras salir de la puerta giratoria de cristal a la calle de la tarde libre la voz me dice que ya he llegado a mi destino con el pelo suelto como si fuera un enciclopedista descalzo sobre páginas abiertas.   La voz tira los vanos ornamentos del ámbito laboral.        

    Mi pelo iluminado por la puesta de sol no me quita la soledad del cuerpo   ¿Cómo se puede estar tan triste tras vivir lo que otros no pueden?   No hay respuesta ni victoria para cada nube anidada entre las cejas   A veces el cerebro está en busca del origen de su vida soñada   Mientras que el cuerpo sigue el compromiso, en el pensamiento corre agua fresca, revolucionaria   Sus instantes de dudas son las piedras donde pisamos para seguir vivos       Vivo, entro en la caverna llamada “antes”, estando de pie ante sus instantes

    Cada mañana asoleada es la promesa que sobra miel para todos   Cada mano rendida al gesto afectivo la afianza   La promesa, la que nos vuelve al cielo infantil   Como si ella fuera el ciprés solitario que contemplaba desde lejos   Y ahora que camino hacia el árbol alto, veo que me afecta, aunque sea intocable   Volver atrás, repetir el pasado, caminando y contraponiendo vocablos   Entre tocar y no eres la promesa, mar omnisimbólico   Me quedo en este rincón rodeada por sol, cuerpo sobre cuerpo