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Showing posts from June, 2025

El abrigo de los lemas

  El abrigo de los lemas   Mi abrigo de lana está lleno de lemas al recogerlo de su rincón, la duda alza sus alas.   Nadie sabe nada del chorro de palabras crepuscular excepto que la tinta es impermeable.   Lemas impermeables, vacíos anónimos.   Sueño con el placer de desconocer al culpable, el abrigo de rosa chicle azota mi memoria.   Ayer de noche esperaba a que me escribieran un apellido, cuya raíz coincidía con un nombre olvidado.   Que yo hubiera supuesto, este nombre   hace años había escrito lemas de letras grandes sobre mi pupitre.   Y me pregunto entonces, igual que el sueño entrelaza los tiempos, sobre el poder de la libertad que se da en plena oscuridad.   Secuencias de puntos, correlaciones al mirar el abrigo antiguo al perchero, nada se inscribe al azar.   Y el abrigo puede ser mi abr(ir) - “ego”, el yo en busca de razonar para demostrar al sueño que quie...

Todavía no

Todavía no Hoy es siempre todavía Antonio Machado   La noche alada se multiplica a través de mis ojos que la quieren más que yo.   Todavía no amanece.   La habitación que tiene sabor a manzana verde recién mordida ahora me persigue con su algoritmo poético olvidado a lo largo de la costa de la soledad.   No sería dueña de las preguntas abiertas si me lanzaran a la densa oscuridad igual que los mosquitos libres me pican.   Sigo luchando por la luz, por encima de mis perseguidoras mis ojos caminan en contra de la piel del tiempo.   Y todavía no amanece.   Te ofrezco ese ramito                                    de mis miradas nocturnas que pasan por la boca del lugar cuyo nombre eres tú con mis manzanaires.   Palabras inexistentes se encuentran en un esfuerzo de pintar el insomn...

Las lunas que curamos

  Las lunas que curamos   Reconocimos nuestras lunas entre las cejas y no nos vimos de nuevo   Temimos la luz de los contrastes surgiendo de los dos mundos   Seguimos curando las lunas, cada uno la suya, y la vida sigue igual que antes       Τα φεγγάρια που φροντίζουμε   Αναγνωρίσαμε τα φεγγάρια μας ανάμεσα στα φρύδια και ξανά δεν ιδωθήκαμε   Φοβηθήκαμε το φως των αντιφάσεων που αναδύουν οι δυο κόσμοι   Συνεχίσαμε να φροντίζουμε τα φεγγάρια, καθένας το δικό του, κι η ζωή εξακολουθεί ακριβώς όπως πριν  

Cuerpo de espigas

Espigas en flor doradas cantan el verano, desde lo alto parecen una falda inmensa.   Subo al faro blanco para escucharlas, el mar salvaje acentúa su sinfonía.   Al volver, la tierra que me lea quema mis dedos con sus huellas.   Como si fuera serpiente entre las sábanas la fuente onírica se despierta en busca de luz.    A lo mejor tengo un cuerpo de espigas, la medula espigal protege mi alma del vacío.   Sobre mi piel un gorrión se siente por un segundo, es otro mensajero de los milagros sin sombrero.      *Poema inspirado del cuadro de Maruja Mallo (1902-1995) Este año se han cumplido 30 años de su muerte, 6 de febrero de 1995. Σώμα από στάχυα   Χρυσά ανθισμένα στάχυα υμνούν το θέρος, από ψηλά φαντάζουν μια τεράστια φούστα.   Ανεβαίνω στο λευκό φάρο να τα ακούσω, η αγριοθάλασσα εντείνει τη συμφωνία τους.   Γυρίζοντας, η γη που με διαβάζει καίει τα δάχτυλά μου με τα ίχνη της. Σαν να ‘ταν ερπετό ...

La buganvilla dejada

No se puede llevarlo todo de un lugar en ocasión de una mudanza. Algo se queda atrás obligatoriamente. Aunque quisiéramos no dejar nada en la casa abandonada, el camino sentimental sigue su ritmo independiente. Y vinculada a este último, la naturaleza se queda con el pasado y las paredes olvidadas.   Al ver una buganvilla en flor la semana pasada en Atenas, pensé en aquella dejada atrás hace mucho tiempo en la primera casa de mi infancia. Siempre las buganvillas tienen carácter, se notan, se aprecian. Sin olor, desde luego, sus flores parecen hojas alegras de papel.   El poder del presente es sorprendente. Cabe un instante para que podamos volver a las raíces, a una imagen congelada, a la nostalgia que se vive como si fuera otro tiempo paralelo. En este sentido es inevitable que el pasado nos guiñe el ojo.     La buganvilla dejada, mi planta inmortalizada. La veranda eterna.

Los objetos diarios y su vida con nosotros

No sé si la casa se puede considerar como un museo de recuerdos. Sin embargo, los objetos diarios que ya hemos seleccionado intentando evidenciar una cierta relación con los viajes cumplidos, los pasos y las huellas en el mundo, constituyen una atmósfera sentimental en la que el “yo” revive los instantes, vuelve a un cierto tiempo de su historia personal de la otredad y reconsidera hechos, acciones, gestos.   La vida compuesta de los objetos domésticos es un propio cuento. Se filtra la emoción. A propósito de la emoción destilada, se ve en la imagen mi bolígrafo con las palabras de Antonio Machado, “ Hoy es siempre todavía”, fragmento inicial de la cita “Hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. Porque ayer no lo hicimos, porque mañana es tarde. Ahora.”         Este boli me lo compré en la librería Elkar de San Sebastián. Ya conocía la poesía de Machado y fue algo que q...

Cómo Pinocho te puede abrir el horizonte

Suele ser difícil padecer el llanto de un niño por culpa de una enfermedad, o sea otalgia o fiebre y gripe. Pero, lo importante es poder transformar el dolor en un cuento, es decir, habitar el sentimiento corporal y psíquico negativo. A estas alturas, la experiencia del dolor nos enriquece dado que se relaciona con el intercambio de sentimientos (corp)orales.   A propósito de una otalgia de un niño pensé recientemente en la historia de Pinocho. El cuento del toscano Carlo Collodi nos podría dar la opción de vincular el sentimiento del dolor de oído a la imagen de la nariz grande de Pinocho que en este caso nos serviría de ayuda para suavizar el dolor real a través de la verbalización creativa fuera de la regla.   Más específicamente, los padres del niño, de la niña también, pueden demostrarle la figura de Pinocho subrayando el hecho de que Pinocho, hijo de Geppetto, era de madera y encontraba soluciones ante situaciones imprevistas igual que al dolor. Menos mal que los...